Extractado del Libro de JIM HUMBLE "Master Mineral Solución del Tercer Milenio":
Abuso del método científico
En el caso de MMS y de otros tipos de medicinas, incluso
cuando a cientos de miles se les ha devuelto la salud, la profesión médica ha
creado una atmósfera basada en el “método científico” que busca evitar que
ideas como MMS salgan a la luz. Cuando busco ayuda, siempre me preguntan lo
mismo:
• ¿Tiene ensayos clínicos?
• ¿Qué ha hecho?
• ¿Donde están los artículos científicos en las
publicaciones médicas?
Me hablan como si yo fuera un multimillonario que no
estuviera haciendo bien su trabajo. A nadie se le ocurre que a lo mejor no he
tenido el dinero para hacer lo que me piden que haga. Les digo, “¿Y que hay de
los cientos de miles de casos de malaria tratados con éxito? ¿Qué me dicen de
los miles de correos electrónicos?” Pero nada de eso cuenta.
El abuso del método científico de la profesión médica ha
excluido todo lo que no venga de los laboratorios científicos que generan
millones de dólares. No es que no puedan escuchar a las cien mil personas que
estaban enfermas diciéndoles que ya no lo están, o a los cien pacientes de
cáncer contándoles que la enfermedad se les fue en dos semanas. Es que los
dioses de la medicina científica han convencido al mundo de no se puede
depender de unos datos tan no científicos.
Períodos oscuros en la historia
médica
En los años 20, William Koch y Royal Rife descubrieron que
la causa del cáncer era un pleomórfico microbio. Normalmente está en forma de
virus pero puede cambiar su morfología a la de una bacteria, dependiendo de las
condiciones corporales y cambiar otra vez a la forma vírica. Es muy pequeño y
difícil de ver pero en aquel entonces se inventó un tipo especial de
microscopio con el que se podía observar. En la actualidad se puede ver con el
microscopio de campo oscuro.
Al principio, Koch y Rife fueron reconocidos por su
descubrimiento pero cuando Koch curó muchísima de gente de cáncer, los médicos
se pusieron en su contra. Para cuando él y sus asociados habían curado a unas
cien mil personas, los microscopios especiales estaban siendo destruidos por
agentes del gobierno, así como todos los libros del tema e instrumentos de
laboratorio y Koch fue arrestado.
Se le llevó a juicio y cientos de personas fueron al juzgado
a testimoniar que les había curado de cáncer. El juez ordenó al jurado que no
los escuchasen. No sería “científico” ya que una evidencia tan anecdótica no
convence a los medios médicos establecidos. Koch nunca fue condenado, pero
estuvo en la cárcel mientras aguardaba al juicio y durante éste. Se defendió a
si mismo hasta el final y murió arruinado.
En el siglo XiX
Compare la historia anterior con la de Ignaz Semmelweiss.
Semmelweiss era un ginecólogo austriaco que vivió a mediados del siglo
diecinueve. Trabajó en el Hospital General de Viena y después de un tiempo se
dio cuenta de que las mujeres que daban a luz en el hospital morían con más
frecuencia que aquellas que daban a luz en casa con una comadrona. Contraían la
fiebre del puerperio poco después de dar a luz y sus bebes también morían con
más frecuencia. Finalmente conectó este problema al hecho de que sus colegas en
el hospital alternaban su trabajo entre el depósito de cadáveres y la sala de
partos sin lavarse las manos.
Llevaban los mismos delantales cubiertos de sangre cuando
asistían un parto que cuando hacían la autopsia de un cadáver.
Cuando Semmelweiss les mencionó este problema, algunos lo
entendieron y empezaron a lavarse las manos y a cambiarse de ropa. Pero la
mayoría estaban indignados. ¿Qué? ¿Nos está llamando guarros? Nosotros somos
profesionales. Sabemos lo que hacemos.
Cuanto más insistía Semmelweiss, tratando de persuadirlos,
más se enfadaban y consiguieron despedirlo del hospital. En su casa,
Semmelweiss empezó a escribir cartas tratando de alertar a los médicos de todo
Austria del daño de esta práctica a los pacientes.
Sin embargo, la profesión médica, después de obtener la aprobación de su esposa,
consiguió encerrarlo en un manicomio.
Semmelweiss escapó pero lo encontraron y le dieron una
paliza tremenda. Le pusieron una camisa de fuerza y lo encerraron otra vez sin
curarle las heridas que le habían hecho. Murió dos semanas después de una
infección.
La barrera de varios billones de
Dólares
En nuestra era, la única forma de establecer una verdad
médica es a través de extensas investigaciones bajo la supervisión de la FDA
(Food and Drug Administration). Si uno no tiene los millones y billones que se
necesitan para probar algo, sus invenciones en el campo de la salud nunca verán
la luz del día.
Hasta ahora, ninguna cura real ha sido capaz de pasar esta
barrera multibillonaria.
Las compañías farmacéuticas no sólo se gastan millones en
analizar, sino que cientos de miles de médicos y estudiantes de facultad rinden
culto al método científico del análisis multibillonario y a las historias de
personas que estaban enfermas y ahora están bien se las da de lado como si no
fueran importantes. Ni siquiera se consideran dignas de investigación.
Las compañías farmacéuticas, con la ayuda de la comunidad
científica, han creado una “verdad” científica que hace imposible la
competición. Desafortunadamente ellos son del grupo que no quiere gente sana,
lo que quieren es el dinero de la gente enferma.
Si cura a una persona enferma ya no le proporciona más
dinero. Ésta es una verdad muy evidente que los laicos/profanos de este mundo
parecen no considerar.
¿No cree que es gracioso que después de cien años de la
nueva y moderna tecnología científica no se haya descubierto ni siquiera una
cura para ni siquiera una enfermedad?
Entonces no tiene sentido molestarse en tratar de encontrar
una gran donación económica, que es lo que se necesitaría para completar el
análisis de MMS a gran escala. Tengo que seguir adelante con lo que ya está
hecho para difundir la información acerca de MMS. Así que hago mi trabajo en
África, doy clases y escribo. Creo que este libro pondrá una buena información
en las manos de laicos/profanos, doctores y otros practicantes de la salud y
espero que la usen bien, como otros miles ya lo han hecho.