Este protocolo no me convence personalmente y no está dentro de la lista
de la A hasta la Z, debido a que ha causado efectos secundarios en mucha gente,
y aunque en teoría el concepto es correcto y ha funcionado en muchos casos, en
la práctica, en el estómago no tenemos agua, sino una mezcla química de ácido
clorhídrico, pepsina y otras substancias y ésta es la razón por la que hay
casos reportados de incompatibilidad causando dolor de estómago y malestar.
Aunque la idea principal es buena, falta investigación científica, para estar
seguros de no causar daño. De todas maneras también hay constancia de que ha
ayudado a mucha gente y por lo tanto lo expongo aquí.
Las cápsulas de hipoclorito de calcio representan una idea de Jim Humble, que
lo llama MMS2 para enfermedades graves, tales como el cáncer o el VIH / SIDA.
El hipoclorito de calcio está solamente permitido para la purificación
del agua y cuando entra en contacto con éste, se produce el ácido hipocloroso.
También es producido por el mismo cuerpo, para neutralizar cualquier tipo de
patógenos. Por lo general, los enfermos graves no producen suficiente ácido
hipocloroso.
Primero, Jim Humble recomienda beber dos vasos de agua. A continuación,
ingerir una cápsula de MMS2, y después beber otro gran vaso de agua. Según él,
además de la ingesta oral normal de MMS, se pueden tomar hasta 2 cápsulas de
MMS2 por día. Al comienzo, se puede reducir la dosis de MMS2 abriendo la
cápsula y eliminando una parte de su contenido. En ningún caso hay que disolver
y utilizar el polvo suelto, ya que puede causar graves quemaduras!
Debido a que el cloro es un desinfectante universal y a que el ácido
hipocloroso (HCIO) es el componente activo del cloro, el HCIO en
concentraciones elevadas trabaja muy bien como desinfectante de superficies y
como sustancia dirigida a la inactivación de desechos hospitalarios. Es un
desinfectante de alto nivel. El hipoclorito de calcio, al disolverse en el
agua y entrar en contacto con los líquidos del estómago, probablemente se
transforme en ácido hipocloroso (HCIO) que, al igual que el clorito de sodio,
es un químico que se utiliza en la potabilización del agua. Es una sustancia
química que nuestro propio cuerpo y nuestro sistema inmune utilizan. La
‘mieloperoxidasa’, es la encargada en el organismo de la fabricación del ácido
hipocloroso. La idea básica de este concepto es que, en el caso de ser deficitarios
de este químico, no tendremos el suficiente HCIO, imprescindible para eliminar
patógenos nocivos.
HC10 reacciona
con HC1 para formar gas de cloro: HCIO + HC1 ->■ H20 + Cl2
El hipoclorito de calcio reacciona con amoníaco
Ácido hypochlourous reacciona lentamente con el ADN y AUN, así como
todos los nucleótidos ‘in vitro’.
El ácido
hipocloroso y tirosil radical, son citotóxicos, por lo que son utilizados por
los neutrófilos para matar las bacterias y otros patógenos.
RESUMEN
1. Hay
que recordar que el CD se utiliza siempre mezclado en una proporción de 1:1 con el
activador, que está en una botella aparte.
2. CDS es de
color amarillo y es el gas capturado en agua del CD. Su pH es neutro, y no tiene reacción
secundaria con el ácido del estómago.
3. La
cantidad a tomar correcta es la que no produce incremento de malestar, náuseas
o diarrea. Si esto ocurre, se disminuye la dosis, pero se sigue tomando.
4. Repetidas
dosis pequeñas son más efectivas que dosis mayores por la mañana y por la
noche.
5. Evite
todas las formas de vitamina C, o antioxidantes artificiales durante dos horas
antes y después de la toma de CD o CDS porque reduce efectividad.
6. Mantenga
un programa de nutrición adecuado para proteger su sistema inmunológico.
7.
Ya no usamos ácido cítrico. (MMS clásico)
Mucha gente no comprende la importancia de tomar dosis de
mantenimiento de CD o CDS todos los días, o al menos dos días por semana, sin embargó,
esto ayuda a mantener nuestro sistema linfático limpio, incrementando oxígeno
celular, lo que a su vez permite una alcalinización del cuerpo. Como con todo,
no hay que pasarse de la dosis, pero mucho poco hace mucho.
Es importante darse cuenta de que han aparecido gran cantidad de
enfermedades nuevas, en los últimos 50 años. El ebola, el virus chikungunya, el
sida, la hepatitis C, la gripe aviar, la fiebre porcina la enfermedad de lyme,
la enfermedad morgellons y un sin número de enfermedades, a las que nos
enfrentamos actualmente. Millones de personas están sufriendo y muriendo por
causa de enfermedades, muchas de ellas creadas o provocadas por el hombre y el
sistema industrial de alimentación. Además, hay que tener en cuenta la
contaminación en nuestros cuerpos a causa de sustancias tóxicas y metales
pesados. Todo esto crea un entorno óptimo para infes-
tamos de una gran cantidad de parásitos que circundan por nuestra vida
cotidiana, presentes incluso en nuestros alimentos.
Hay que tener claro que el dióxido de cloro es muy eficaz, pero
evidentemente no es un cura-todo, aunque puede eliminar bacterias, como la
‘pseudomona aeruginosa’
en una placa Petri, no pasa lo mismo en el cuerpo, donde es difícil de controlarla.
También hay otros, como por ejemplo la microaerofilia como spirochaete que
causa ‘borreliosis’ y que puede estar en tejidos profundos, y por el momento es
muy difícil de eliminar, incluso con dióxido de cloro. Pero hay muchos casos de
éxito, frente a otros pocos que no lo tuvieron. De igual manera el CD y el CDS aunque
eliminan gran parte de las toxinas, no pueden matar las lombrices de gran
tamaño, por lo que se deben acompañar de un protocolo de desparasitación, y más
en casos de personas que manipulen animales y personas con mascotas que no se
hayan despa- rasitado hace más de un año. Hay que tener en cuenta que la muerte
de los parásitos puede generar a su vez más toxinas para el organismo, como por
ejemplo el amonio liberado por estos parásitos, por lo que la persona puede
tener crisis curativas con reacciones adversas como: mareos, vómitos, diarrea y
malestar general, que son un indicativo de su presencia.
Así pues, cualquier persona a quien el dióxido de cloro haya
funcionado muy bien durante los primeros meses pero luego haya vuelto a
recaer, dehe primero hacer una desparasitación, y luego hacer
otro tratamiento con dióxido de cloro, que permita la desintoxicación final de
los desechos parasitarios en el cuerpo. El dióxido de cloro mata a los
patógenos y oxida los metales pesados, haciendo posible su eliminación de
nuestro cuerpo, y a su vez, destruye la mayor parte de los venenos.
El protocolo de mantenimiento es
el protocolo A. Este fácil y simple
protocolo para mantener el sistema inmune, trabaja al máximo de eficiencia, ya
que reduce la aparición de cualquier gripe o resfriado y ayuda a prevenir el
cáncer y otras muchas enfermedades mortales causadas por demasiada acidez en el
cuerpo y falta de oxígeno celular. Una pequeña cantidad de CD/CDS tomada
frecuentemente parece prevenir la formación y el desarrollo del cáncer. Si
tomando este protocolo preventivo o de mantenimiento, se le manifiestan
síntomas de alguna otra enfermedad, debe cambiar al protocolo adecuado, hasta
que los síntomas hayan desparecido.
Algunas personas no son consecuentes ni disciplinadas en el uso del
dióxido de cloro, siendo muchas veces esta la causa verdadera de que el
tratamiento no funcione, o no dé los resultados esperados. La experiencia ha
demostrado que las personas disciplinadas con las tomas, han tenido grandes
éxitos demostrables para combatir las enfermedades crónicas, graves o incluso
terminales, pudiendo confirmar la frase: “Incurable era ayer”:)
Fuente: “La Salud Prohibida” de Andreas Kalcker
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