Ambos funcionan, sin embargo el CDS es más indicado para el
tratamiento de enfermedades severas y patologías oculares, debido
a su mejor grado de tolerancia.
Por regla general, podemos decir que un cuerpo tolera más cantidad de dióxido de cloro en forma de CDS sin sufrir efectos secundarios.
El MMS puede provocar una reacción secundaria con los jugos gástricos, elevando la concentración del gas en algunos casos de 5 ppm a 45 ppm según las condiciones del estómago de la persona.
El CDS no reacciona en el estómago con los ácidos digestivos.
Para aplicaciones cutáneas se pueden usar ambos, aunque el
MMS tarda más en evaporarse, por lo que es más eficaz.
- del Libro "CDS la Salud es Posible" de Andreas Kalcker -
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